lunes, 5 de septiembre de 2011

Umberto Eco relata sus inicios como narrador en 'Confesiones de un joven novelista'






Me hago eco de esta noticia, sin duda un libro interesante:

MADRID, 3 (EUROPA PRESS)

El escritor Umberto Eco publica 'Confesiones de un joven novelista' (Lumen), un conjunto de ensayos donde repasa sus inicios como narrador, siendo ya un reconocido intelectual, y narra el proceso de preparación de sus personajes y las obras que habitan.
Según la editorial, Eco subraya la "buscada ambigüedad" en que a veces incurre un escritor para que sus lectores se sientan libres, para que interpreten los textos como deseen. Y de esa ambigüedad pasa a la definición de los personajes de una novela, así como la "capacidad" de un autor para "manipular" las emociones del lector.

Además, el intelectual plantea preguntas "con el aire socarrón que lo distingue" y se responde a sí mismo, convirtiendo cada anécdota en una "lección de vida", todo ello tres décadas después de la publicación de su primera novela, 'El nombre de la rosa'.

Nacido en Alessandria (Italia) en 1932, Umberto Eco destaca como crítico, ensayista y semiólogo además de como novelista y, actualmente, es catedrático de Semiótica y director de la Escuela Superior de Estudios Humanísticos en la Universidad de Bolonia.

Entre su obra ensayística, figura 'Apocalípticos e integrados' (1964) y 'Lector in fabula' (1979) y, entre su obra narrativa, destacan 'El péndulo de Focault' (1988), 'La isla del día de antes' (1994) y 'La misteriosa llama de la reina Loana' (2003).


La Decisión, de Rafael Avendaño

Mi novela "La Decisión" ya está disponible en formato de libro electrónico en Amazon.com y Amazon.co.uk.

He de decir que la experiencia de publicación en Amazon ha sido relativamente sencilla. Sin embargo hay un punto oscuro, y es la política de precios. He fijado el precio de la novela al más bajo posible que permiten, 0.99$, y sin embargo el precio de salida en Amazon.com es de 3.44$ !! Si alguien tiene experiencia publicando en Amazon y entiende cómo funciona la política de precios, agradecería que enviase un comentario.

Esta es la portada de la novela, y el texto subido a modo de sinopsis:


Marc Carson -inefable antihéroe, alcohólico, director de películas porno, perseguido por la policía y acusado injustamente de pedofilia-, recibe la noticia de que Jonhy Gardner, su amigo íntimo de la infancia, joven y brillante investigador matemático, ha aparecido muerto en su apartamento.

"En las oscuras noches de insomnio, tumbado en mi celda, pienso a menudo en Jonh Gardner, en el joven inteligente y arrogante que fue una vez, orgulloso de ocupar su mente en grandes asuntos, convencido de ser uno de los hombres llamados a pasar a la historia. Jonh Gardner jamás será recordado por nadie. Ningún teorema llevará su nombre. El dolor y la desgracia se llevaron por delante sus sueños. Jonh Gardner, ese héroe anónimo cuyas ideas, tal vez, salven a la humanidad.

Pienso a menudo en su esposa Linda, cuya inocencia fue erradicada de este mundo por inconcebibles dosis de crueldad. Linda, enamorándose al instante del joven científico idealista, del hombre que en el aire no veía simple aire, ni en la luz simple luz. Del hombre que en su primer encuentro le habló con entusiasmo de extrañas partículas primigenias, de inverosímiles superposiciones cuánticas, de asombrosas paradojas del espacio y del tiempo. Del hombre que miraba hacia el cielo y temblaba como un niño ante la inmensidad. La inocente Linda, desgarrada por el dolor.

A menudo pienso en una joven de veinte años una tarde soleada en los jardines del museo de Ciudad de México, encaramada a una fuente de piedra cubierta de musgo donde un puñado de pajarillos revolotean y se acercan a beber; Linda atisbando el césped repleto de jóvenes parejas retozando y calentándose bajo los rayos de un sol puro, todavía puro; Linda subida al borde de una fuente, sujetándose con una mano a la pilastra para no caerse, llevándose la otra mano a la frente como haría un vigía en un barco, mirando a su alrededor con fingido asombro: “Al parecer todo el mundo se lo está pasando de maravilla, nadie se preocupa porque el tiempo y el espacio se comporten de una forma tan rara”; Linda proclamando en voz alta aquellas sencillas palabras que tal vez hicieron que Jonh Gardner, por un instante, viese el mundo con otros ojos, que hicieron que se enamorase al instante.

No puedo dejar de pensar en ese otro hombre años después, envejecido súbitamente, que abraza a su querida esposa para contener sus ataques, para evitar que se haga daño a sí misma, resistiendo sus arañazos y mordiscos, sus golpes y patadas, hasta que ella se rinde agotada; ese otro hombre que pasa el día vigilándola, tratando de razonar con ella durante horas, intentando persuadirla de que toda aquella rabia está en su mente, que es posible frenarla si se esfuerza lo suficiente.

Pero todo era inútil. La mente analítica de Jonh Gardner fue incapaz de comprender, y lo que es mucho peor, fue incapaz de olvidar, desesperado ante la idea de que su esposa hubiese estado a su lado todos aquellos años sin saber lo que pasaba por su cabeza, sin saber del dolor y el miedo que su cuerpo atesoraba como una memoria indeleble, su cuerpo que tantas veces había amado sin sospechar que antes había sido expoliado salvajemente por sus torturadores.

El matemático Georg Cantor había enloquecido al tratar de imaginar sus números transfinitos. Jonh Gardner enloqueció tratando de imaginar el dolor, el miedo y el sufrimiento que puede albergar un corazón humano. Hay abismos a los que es mejor no asomarse. Miremos para otro lado. Dejemos que el mundo vague a la deriva, que se pudra y fermente y los hombres perezcan consumidos por su propia mezquindad".

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¿Qué hago con mi novela? El autor como editor, por Héctor de Montalvo

Recomendable artículo encontrado en la web BEM on Line, en el que se habla sobre el duro proceso de publicación. Como explica el propio autor del artículo, que recomiendo leer hasta el final, al duro proceso de escritura de una novela le sigue el todavía más duro proceso para lograr que sea publicada.

También muy recomendable seguir el enlace a la página sobre Agentes literarios y los consejos que allí se dan sobre cómo enviar un manuscrito.

Este es el incio del artículo, para leer completo en su fuente original haz click aquí.

¿Qué hago con mi novela? El autor como editor, por Héctor de Montalvo


1.- ¿Publicar a cualquier precio?

No hace mucho he leído en algún lado que el famoso temor al folio en blanco es sólo un elemento más de la imaginería popular y que no responde a la realidad más que las funestas consecuencias para el intestino derivadas de la mezcla de Coca Cola y Baylis. Desconozco si es así (me refiero al folio en blanco, lo otro es una bobada), pero en mis tratos con escritores nunca les he oído quejarse de ese pánico a no saber como comenzar una obra. Algunos, incluidos algunos famosos, parecen tener incluso dificultades para terminarlas en algún bendito momento, pero esa es otra historia.

La experiencia me dice que el principal miedo de un escritor es permanecer para siempre en el olvido. Aunque a veces ese deseo toma más la forma de una compulsión culpable del tipo quiero que me lean pero no prestaré mi novela a nadie por miedo a las críticas, lo que no deja de ser una terrible y mal asumida inseguridad, más frecuentemente toma la forma de quiero publicar como sea. Y esta, amigos, es una gran equivocación que ha llevado a más de uno a la amargura, la decepción y el desastre.

El mundo de la edición de libros, especialmente el de la novela, es un mundo extraordinariamente cerrado. Pese a que el libro es algo común en nuestras vidas, el público no tiene una idea muy clara de cómo funciona una editorial por dentro y cual es el proceso que ha seguido un texto desde que el autor lo terminó hasta que acabó en nuestras manos.

Para empezar, la vida del editor es ingrata, estresante, oscura y anónima. Pelearse con ilustradores que se niegan a seguir las indicaciones que se les ha dado porque ellos son los profesionales, convencer a un autor hipersensible de que no se suicide (esto último no es una broma), negociar con los impresores y distribuidores, profesiones entre cuyas filas abunda lo peor de cada casa, gritar por teléfono al traductor que hace seis meses debería haber entregado su trabajo, convencer al de marketing que la bufanda rojo chillón que va a colocar al libro con la frase: LA NOVELA MÁS RECOMENDADA DESPUÉS DEL CÓDIGO DA VINCI es un espanto, abroncar al maquetista porque ha entregado a imprenta todas las imágenes en RGB y encima en baja resolución... el editor pasa más tiempo contestando e-mails y llamadas telefónicas que leyendo originales. Y eso cuando hablamos del editor como jefe de proyecto empleado por una editorial más o menos grande. El editor independiente, ese que trabaja desde su casa o desde una librería, es otro cantar, porque él es el editor, el corrector, el maquetista y el comercial y generalmente no gana un euro con ello. Generalmente.

Todo esto que les cuento es invisible para el chaval o chavala de veintitantos (o el jubilado que ha descubierto una afición tardía) que ha escrito una novela y le gustaría verla publicada. La experiencia me dice que el autor suele creer que entre el acto maravilloso y único de ponerle la palabra Fin a tu obra y la salida al mercado del libro terminado apenas hay un suspiro, sólo retrasado por oscuros intereses empresariales y políticos (Polanco no quiere que salga mi libro, me dijo a mí un cocinero metido a autor-editor) y por la desesperante desidia de los editores. Sé de tipos que llaman angustiados a las editoriales quince días después de haber entregado el documento de Word con su obra a un editor, porque han ido al Corte Inglés a preguntar y no la tenían. Todo ese batiburrillo de malentendidos genera todo tipo de situaciones tensas, odios seculares y broncas en las que no se sacan a relucir las facas por la falta de costumbre de llevarlas. Podría evitarse, estoy convencido de ello, sólo con que el autor conociera más a fondo el proceso editorial. Y ello podría ser posible sólo con que el mundo de la edición no fuera tan hermético.

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