En los tiempos que corren no es muy habitual que un autor o artista critique el establishment político actual. Y menos aún que arremeta contra el presidente del gobierno. Por eso me han llamado la atención las recientes declaraciones del dramaturgo José Luís Alonso de Santos, con las que, por otro lado, estoy totalmente de acuerdo.?
"España es un país alucinado que está gobernado por un presidente alucinado", afirmó el dramaturgo José Luis Alonso de Santos, con motivo de la publicación de su obra teatral 'Fuera de quicio', que Ediciones Irreverentes ha recuperado con motivo de su décimo aniversario.
El autor de esta obra señaló que España está "muy fuera de quicio" y que la alucinación colectiva ha creado lo que producen las locuras, es decir, "un lenguaje paralelo". "Las enfermedades mentales se descubren cuando las personas no llaman a las cosas por su nombre, por lo que habrá que descubrir una vacuna para salir de esta situación", dijo.
Alonso de Santos describió al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como "el flautista de Hamelín", e indicó que un hombre alucinado "no puede ser la referencia moral, ética y económica de una sociedad". "Cuando en una crisis alguien te da 400 euros para que los gastes es como si en un incendio te dan bidones de gasolina", criticó.
En este sentido, lamentó que las consecuencias del país hundido las sufren los de abajo, por lo que culpó de ello a los dirigentes y señaló que en este eterno juego, si no saben qué hacer, es preferible "que se vayan y vengan otros médicos". "No critico la democracia, sino la falsa democracia, la mentira alucinada de la falsa democracia", indicó.
En 'Fuera de quicio', creada en 1987, las monjas de un psiquiátrico trapichean con droga y el director del centro se dedica al espionaje y a "otras maldades". Además, la madre superiora, en lugar de dedicarse a Dios y a sus obras de caridad, se entrega al "sexo pecaminoso".
En relación con un momento de la obra en la que hay unas elecciones, señaló que el sistema electoral español es un "sistema loco", y de ahí vienen las alucinaciones. "Los seres humanos en esta obra tienen que vivir y gozar, pero cómo se puede vivir con felicidad en un mundo distorsionado, donde las cosas no son lo que son", se preguntó Alonso de Santos.
Según explicó el autor, es una obra más violenta creada en una época más frenética. "Cuando tienes el pelo blanco da más vergüenza ser juvenil, porque de mayor se te quita el humor y te haces más respetable", dijo.
CULTURALES, LA "CENSURA" ARTÍSTICA DEL PAÍS
Alonso de Santos criticó que la línea artística y cultural del país, para bien y para mal, la marcan los culturales. "Son la censura oficial de España, que seleccionan lo artísticamente correcto y marcan las líneas que consideran oportunas. Y los creadores, aunque no lo saben, trabajan influidos por esa línea", manifestó.
Asimismo, respecto a la libertad creativa actual, señaló que "el problema está en cuando los creadores dependen económicamente del Gobierno, ya que, según indicó, si te pones en contra estás condenado, estás perdido". "Sin querer, todo el mundo se arrima donde puede y donde le van a ayudar", dijo.
Sin embargo, indicó que "un creador, o es perseguido o algo raro pasa, y si el creador hace propaganda al Gobierno, algo raro pasa, porque ha de ser el tábano para el gobernador". Por ello, destacó la necesidad de "ver, pensar y reaccionar", aunque matizó que esto depende de las circunstancias, porque "a veces el creador es más testigo de su tiempo y otras lo es menos".
Alonso de Santos señaló que existe una idea de lo que es bonito y estético, y los artistas quieren hacer lo que consideran lo mejor. "Hay cosas que no puedes hacer porque el pensamiento oficial te marca la línea", concluyó.
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