miércoles, 17 de febrero de 2010

La brújula del escritor: la Trama



En el post anterior comentaba que escribir una novela se asemeja bastante a explorar a oscuras una mansión abandonada. Un escritor es, básicamente, un explorador, y nuestra mansión es la condición y la naturaleza humana. Los objetos misteriosos que iremos descubriendo (y describiendo) serán los sentimientos, los miedos, las pasiones que amueblan el alma de nuestros personajes.

Pero no debemos de perder de vista que el resultado de esa exploración debe plasmarse de un modo que resulte atractivo al lector. Una novela no es un tratado de psicología o filosofía. El objetivo de una novela, simplificando mucho, es contar una historia de forma que resulte interesante y atractiva. Por otro lado, una novela es una construcción, una estructura organizada de palabras, frases, párrafos, capítulos, etc., que forma una estructura coherente y autocontenida en sí misma.

La herramienta que el escritor tiene para forjar esa estructura es la trama. La trama es la brújula que nos guía y dirige nuestros pasos a lo largo de la ardua tarea de escribir una novela.

Todos tenemos una idea más o menos aproximada de lo que es una trama: una sucesión de hechos encadenados que tienen un planteamiento, un nudo y un desenlace.

Pero la trama es también un proceso, no un esquelto inmóvil, y como tal proceso no se puede describir solamente como un puñado de elementos estáticos. Más bien se trata del conjunto de relaciones que vincula las distinas partes de un relato, que relaciona imágenes, acontecimientos y personas. La trama es algo dinámico, vivo. La trama es una superestructura que no está vinculada a los hechos concretos que muestra la historia.

La mejor manera de explicarlo es con un ejemplo. Consideremos este sencillo relato:

Una mujer volvió a casa después de hacer la compra de la mañana y vio que su doberman estaba atragantándose y que no podía respirar. Llevó rápidamente al perro al veterinario, donde le dejó para que le dieran un tratamiento de urgencia.

Cuando la mujer llegó a su casa, el teléfono estaba sonando. Era el veterinario: 'Saga ahora mismo de su casa', gritó.

'¿Qué ocurre?' preguntó ella.

'Salga ahora mismo. Vaya a casa de un vecino. Estaré ahí en un momento'.

Unos minutos más tarde, cuatro coches de la policía se detienen enfrente de la casa. La policía irrumpe en la vivienda con las armas en la mano. Aterrorizada, la mujer sale para ver lo que ocurre.

Llega el veterinario y explica lo sucedido. Cuando examinó la boca del perro, halló dos dedos de un ser humano. Se imaginó que el perro habría sorprendido a un ladrón. La policía  encontró a un hombre en un profundo estado de shock escondido en el baño con una mano ensangrentada.

La historia anterior es una trama en estado puro. Los detalles que describen tiempo y lugar así como los personajes se hallan en un segundo plano. Si despojamos la historia de la trama no tenemos nada significativo. Veamos dónde reside el secreto.



La historia posee tres movimientos:

El primero presenta el relato introduciendo dramatismo y misterio, cuando la mujer llega a casa y encuentra a su doberman atragantándose.

El segundo movimiento comienza cuando la mujer regresa a casa después de la visita al veterinario y el teléfono suena. Un elemento de peligro aparece cuando el veterinario, muy alterado, le dice que salga de la casa en el acto. Intuitivamente sabemos que el peligro está asociado con el misterio de doberman atragantado. Pero ¿cómo? Hemos de adivinarlo. La mujer huye de ese peligro desconocido.

El tercer movimiento empieza con la llegada de la policia, que confirma la magnitud del peligro, y la llegada del veterinario, quien explica el misterio.

¿Cual pues es la trama que subyace en la historia anterior? La respuesta es que se trata de un enigma. La trama del enigma es la misma que sostiene las novelas de Agatha Christie o de P. D. James. La diferencia es solo una cuestión de rango literario.

La historia está elaborada para dar un par de pistas básicas. La primera pista aparece en el primer movimiento: el perro está atragantándose con algo. ¿Qué?

La segunda pista aparece en el segundo movimiento, cuando el veterinario le dice a su mujer que salga de su casa. ¿Por qué?

Para resolver el misterio (¿quién?) debemos combinar las pistas, debemos establecer un vínculo entre ambas (causa y efecto) y colocar la pieza que falta en el puzzle antes del final de la historia.

Una trama de misterio es un juego entre el lector y el escritor. El escritor proporciona las pistas y el lector intenta descifrarlas antes de que el tiempo se acabe. Quitemos la trama, y todo lo que queda es un conjunto de detalles sin ningún interés: "una mujer llega a su casa y se encuentra a su perro atragantándose con algo, que resulta ser los dedos de un ladrón que se encontraba en aquel momento escondido en el baño en estado de shock". Acabamos de contar la misma historia despojada de la trama. Resulta insípida, ¿no es cierto?

En sucesivos artículos iremos profundizando en los diferentes tipos de tramas que existen y en cómo nos pueden ayudar a construir nuestro relato.

5 comentarios:

  1. [...] trama. Se trata de los actos que realizan los personajes debido a sus motivaciones, a las relaciones y cont.... También puede venir provodada por los propios conflictos internos del personaje o por situaciones [...]

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  2. excelente material, muy didáctico

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  3. La trama es la motivacion del argumento con un matiz , que desliza el interrogante de una expectativa ,que le da razon de ser a la novela la respuesta.

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